La externalización de servicios (hacer que otras personas o empresas hagan aquellos trabajos que no son nuestra actividad, como la contabilidad, la limpieza, etc.) puede ayudarnos a centrarnos en nuestro trabajo y rentabilizar el mismo.
Igualmente puede significar un importante ahorro de costes y preocupaciones, al convertir gastos fijos en variables (en función de la carga de nuestro negocio).