El cierre contable anual puede dilatarse más de que quisiéramos en el tiempo y darnos más de un dolor de cabeza. Como hemos ido apuntando en anteriores entradas, es necesaria una buena revisión antes de proceder al cierre.
Los principales puntos a revisar serán:
Gastos de personal
Conciliando las cifras que aparecen en la contabilidad con las que se incluyen en el resúmen anual de nóminas y en el modelo 190 de retenciones (que se tendrá que presentar a la Agencia Tributaria).
Conciliando las cifras que aparecen en la contabilidad con las que se incluyen en el resúmen anual de nóminas y en el modelo 190 de retenciones (que se tendrá que presentar a la Agencia Tributaria).
Cuadre del I.V.A.
Deberemos conciliar que las declaraciones trimestrales del I.V.A. y el modelo de resúmen anual, coinciden, tanto sus bases con las facturas emitidas por las ventas y las recibidas por compras o gastos, al igual que los importes de las cuotas con los reflejados en las correspondientes cuentas de I.V.A. soportado y repercutido.
Deberemos conciliar que las declaraciones trimestrales del I.V.A. y el modelo de resúmen anual, coinciden, tanto sus bases con las facturas emitidas por las ventas y las recibidas por compras o gastos, al igual que los importes de las cuotas con los reflejados en las correspondientes cuentas de I.V.A. soportado y repercutido.
Conciliación de las cuentas de bancos
Comprobaremos que los saldos al 31 de diciembre de las cuentas bancarias de nuestra contabilidad coinciden con los que aparecen en los extractos bancarios a la fecha de cierre del ejercicio.
Comprobaremos que los saldos al 31 de diciembre de las cuentas bancarias de nuestra contabilidad coinciden con los que aparecen en los extractos bancarios a la fecha de cierre del ejercicio.
Saldos de clientes
Tras la limpieza de nuestro balance que deberíamos haber efectuado, tendremos que ver si alguna cuenta presenta saldos "extraños" para su posible corrección. Previamente habremos comprobado la antigüedad de los saldos de clientes y los documentos que lo componen. Analizada su antigüedad y su corrección, viendo las posibles facturas más antiguas a 6 meses por si hubiera que dotar la provisión por insolvencias.
Tras la limpieza de nuestro balance que deberíamos haber efectuado, tendremos que ver si alguna cuenta presenta saldos "extraños" para su posible corrección. Previamente habremos comprobado la antigüedad de los saldos de clientes y los documentos que lo componen. Analizada su antigüedad y su corrección, viendo las posibles facturas más antiguas a 6 meses por si hubiera que dotar la provisión por insolvencias.
Saldos proveedores y acreedores
Como en el apartado anterior ya que los saldos de proveedores deberían ser todos acreedores, deberemos ver si existen cuentas cuyos saldos son deudores y el motivo de ello. Un objetivo de esta revisión será confirmar la composición y antigüedad de los saldos.Caso necesario, solicitaremos un extracto de nuestra cuenta con el proveedor o acreedor para comprobar la posible falta de algún movimiento en nuestra contabilidad.
Como en el apartado anterior ya que los saldos de proveedores deberían ser todos acreedores, deberemos ver si existen cuentas cuyos saldos son deudores y el motivo de ello. Un objetivo de esta revisión será confirmar la composición y antigüedad de los saldos.Caso necesario, solicitaremos un extracto de nuestra cuenta con el proveedor o acreedor para comprobar la posible falta de algún movimiento en nuestra contabilidad.
Provisiones de facturas pendientes de recibir y de emitir
El objetivo de este punto es lograr la correcta correlación de ingresos y gastos al cierre del ejercicio. Debemos revisar las provisiones vivas al cierre para evitar la duplicidad de gastos o ingresos en el ejercicio al no haberse desdotado provisiones creadas en periodos anteriores.
El objetivo de este punto es lograr la correcta correlación de ingresos y gastos al cierre del ejercicio. Debemos revisar las provisiones vivas al cierre para evitar la duplicidad de gastos o ingresos en el ejercicio al no haberse desdotado provisiones creadas en periodos anteriores.
Provisión del impuesto de sociedades. Comprobación saldos cuentas impuestos
Tenemos que asegurarnos de que los saldos de las cuentas de pagos de impuestos coinciden con los impuestos presentados. Con ello conseguimos confirmar que los pagos de impuestos han sido contabilizados correctamente y que no hay impuestos pendientes de pago.
Tenemos que asegurarnos de que los saldos de las cuentas de pagos de impuestos coinciden con los impuestos presentados. Con ello conseguimos confirmar que los pagos de impuestos han sido contabilizados correctamente y que no hay impuestos pendientes de pago.
Reclasificación de largo plazo a corto plazo
El balance debe reflejar las deudas separadas entre largo plazo y corto plazo.
El balance debe reflejar las deudas separadas entre largo plazo y corto plazo.
Inventario
En el cierre de nuestra contabilidad (suponiendo que, como suele ser habitual, el ejercicio contable coincide con el año natural), deberíamos realizar un inventario de nuestras existencias al 31 de diciembre. Difícil de realizar por las fechas tan críticas, festivos y coincidencia con los días de más venta en la mayoría de negocios.
Lo ideal sería llevar un control permanente de nuestro inventario, actualizando nuestros stocks a la realidad de forma continuada, pero en la mayoría de casos no sucede así.
Ante las dificultades ya expuestas y otras particulares de cada caso, lo lógico es que para la cifra del inventario al 31 de diciembre tengamos que utilizar la que nos facilite nuestro programa de gestión de stocks (realizando las correcciones en el momento que podamos efectuar un inventario físico) pero para ello, lo que si es imprescindible es que antes del cierre tengamos la seguridad de que en nuestro programa de gestión hemos incorporado todas las entradas de producto hasta dicha fecha, al igual que las ventas o salidas, de lo contrario, de poco valdrá dicha cifra y tampoco nos servirá para saber la marcha de nuestro negocio.
En el cierre de nuestra contabilidad (suponiendo que, como suele ser habitual, el ejercicio contable coincide con el año natural), deberíamos realizar un inventario de nuestras existencias al 31 de diciembre. Difícil de realizar por las fechas tan críticas, festivos y coincidencia con los días de más venta en la mayoría de negocios.
Lo ideal sería llevar un control permanente de nuestro inventario, actualizando nuestros stocks a la realidad de forma continuada, pero en la mayoría de casos no sucede así.
Ante las dificultades ya expuestas y otras particulares de cada caso, lo lógico es que para la cifra del inventario al 31 de diciembre tengamos que utilizar la que nos facilite nuestro programa de gestión de stocks (realizando las correcciones en el momento que podamos efectuar un inventario físico) pero para ello, lo que si es imprescindible es que antes del cierre tengamos la seguridad de que en nuestro programa de gestión hemos incorporado todas las entradas de producto hasta dicha fecha, al igual que las ventas o salidas, de lo contrario, de poco valdrá dicha cifra y tampoco nos servirá para saber la marcha de nuestro negocio.